Así que vas a ser mamá/papá…

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Psic. Sharon Finkelstein, LCCE, CD(DONA), ALM. y Psic. Renata Riesenberger, IPP, CD(DONA), ALM.

Este artículo expone el primer paso para lograr un parto saludable (permitir que el parto inicie por si solo) recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Lamaze Int. con el objetivo de prevenir inducciones e intervenciones médicas innecesarias y obtener mejores resultados perinatales.

ESCENARIO 1: Tu bebé tiene 30 semanas de gestación, llegan a la consulta y el doctor después del rutinario ultrasonido y revisión general les indica que el bebé está poniéndose “grande”, que probablemente necesite inducir el parto para que no haya complicaciones por el tamaño del bebé…

Una pareja responsable por la salud de su bebé debe saber que:
1) El término inducción se refiere a forzar el nacimiento del bebé de forma artificial mediante fármacos (intravenosos) que provocan contracciones uterinas. (Lothian & DeVeries, 2010).

2) Sospechar que el bebé es muy grande no es una razón médica para inducir el parto. La evidencia científica recolectada por Amis en el 2014, ha demostrado que inducir el parto por sospecha de macrosomia (bebé muy grande) incrementa el riesgo de tener una cesárea. La American Congress of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) en el 2009 menciona que estimar el peso del nacimiento del bebé mediante un aparato de ultrasonido tiene una variabilidad del 16% al 20%.

3) La inducción del parto puede acarrear la necesidad de intervenciones médicas que complican el proceso natural de nacimiento poniendo en riesgo tu salud y la de tu bebé. (Lui et al., 2007; Villar et al., 2007, en Amis, 2014).

Cuáles son las Razones Válidas para la Inducción Según la American Congress of Obstetricians and Gynecologists desde el 2005:
* Si se ha roto la fuente y el trabajo de parto no ha comenzado. 
* No hay señales de inicio de trabajo de parto una vez confirmado que la mujer se encuentra en la semana 42.
* Al haber presión arterial elevada y niveles elevados de proteína en la orina (preeclampsia).
* Si hay alguna infección uterina.
* Si el bebé está creciendo demasiado  lento para su edad, o ha dejado de crecer.

ESCENARIO 2:  Tu bebé tiene 36 semanas de gestación, llegan a consulta y el doctor después del rutinario ultrasonido y revisión general les dice que lo más probable es que el bebé nacerá en dos semanas lo cual está perfecto porque así él mismo podrá atenderte antes del congreso al que asistirá y que así el bebé nacerá en la semana 38 en la que ya estará a término.

Una pareja informada sabe que:
El cálculo de la fecha probable de parto (FPP) se hace en base al primer día del último período menstrual (FUR). Sin embargo, pocas parejas saben con seguridad qué día ocurrió la ovulación o la fecundación,  es por ello que el mismo nombre incluye la palabra PROBABLE. Sin embargo, en la actualidad, son pocos los doctores que esperan a que la mujer cumpla 40 semanas de embarazo y son aún menos aquellos que esperan a la semana 41. En dado caso que la mujer haya ovulado más tarde en ese ciclo, caemos en el error de especular que el bebé tiene determinadas semanas cuando es probable que tenga un poco menos.  (Manual para educadores en salud perinatal).

Durham dio a conocer un estudio en el 2002 en el que:
El 9% de las mujeres que participaron en el estudio parieron en la semana 37 o antes
El 10% de las mujeres participantes parieron en la semana 38-39
El 20% de las mujeres participantes parieron en la semana 39-40
El 35% de las mujeres participantes parieron en la semana 40-41
El 20% de las mujeres participantes parieron en la semana 41-42
El 10% de las mujeres participantes parieron en la semana más de 42 semanas

La organización estadounidense llamada “March of Dimes” dedicada a evitar inducciones innecesarias y por ende nacimientos prematuros,  dice entre otras cosas que:
Seguir embarazada por incómodo que parezca genera que el bebé madure lo suficiente evitando la necesidad de que el bebé sea sometido a cuidados intensivos prenatales por nacer antes de tiempo.

Si tu bebé nace por inducción en la semana 38 de gestación (según el cálculo al que llegaron entre tú y tu doctor) considera que tal vez el bebé cuenta solamente con 36 semanas dentro de tu vientre. Hay bebés que para esa fecha ya están listos para nacer, pero cuando se hacen inducciones innecesarias aumenta la probabilidad de la necesidad de atenciones  médicas  y que la permanencia del bebé en el hospital se prolongue.

¿Por qué conviene esperar a que el parto inicie por si solo?:
Amis en 2014 explica que durante las últimas semanas del embarazo (semanas 35-41) los pulmones de tu bebé terminan de madurar para que al nacer su adaptación a la vida fuera del útero sea la adecuada. La material blanca del cerebro de tu bebé por nacer se multiplica cinco veces más en estas última semanas de gestación. March of Dimes, ha declarado que el cerebro del bebé en la semana 35 solo pesa dos tercios de lo que pesa en la semana 39-40. Los bebés que nacen dos semanas antes de su fecha tienen mayores probabilidades de tener problemas respiratorios, ictericia, dificultad en el correcto establecimiento de la lactancia, en la regulación de la temperatura y retraso en el desarrollo cerebral. Otros han corroborado que al final del embarazo tu bebé absorberá la mayor cantidad posible de anticuerpos los cuales lo protegerán durante las primeras semanas de vida (Simkin, Whalley, Keppler, Durham y Bolding, 2010).                                          Por todo esto es muy importante evaluar adecuadamente la idea de una inducción. 

El primer paso para lograr un parto saludable según la OMS y Lamaze Int. es dejar que el parto se inicie por sÍ solo.
Buckley en 2009 afirma que cuando el parto se inicia por sí solo damos pauta a que los sistemas hormonales de bebé y mamá actúen de forma coordinada y armoniosa protegiendo la salud de ambos.
Existen variaciones en las investigaciones que se han llevado a cabo para determinar quién inicia el trabajo de parto. Científicos como; Parkington y Stevenson en 2014, han identificado ciertas proteínas que la madre produce al término del embarazo las cuales detonan el inicio del trabajo de parto.
Condon, Pancharatnam, Faust y Mendelson desde el 2003 han demostrado en fetos de ratas que es la maduración pulmonar de estos últimos la responsable del inicio de las contracciones. (Sin embargo, lo que no está en duda es que la “orquestación” hormonal se desarrolla óptimamente cuando el parto es respetado, ininterrumpido y libre de intervenciones médicas (Buckley, 2009).

Referencias:
Simkin, Whalley, Keppler, Durham & Bolding, (2010, fourth edition.) Pregnancy, Childbirth, and the Newborn

Amis, Debby. (2014) Healthy  Birth Practices, Let Labor Begin on its Own. Lamaze International.

Lothian, J & DeVries, C. (2010, second edition.) The Official Lamaze Guide-Giving Birth with Confidence.

Buckley, S (2009). Ecstatic Birth, the Hormonal Blueprint of Labor. Original 2002 Mothering Magazine, issue 111, March-April 2002

Condon, Pancharatna, Faust & Mendelson. (2003) Surfactant protein secreted by the maturing mouse fetal lung acts as a hormone that signals the initiation of parturition. PANAS, vol. 101. No 14.

Parkington, Stevenson, Tonta, Paul, Butler, Maiti, Chan, Sheehan, Brennecke, Coleman, & Smith. (2014). Diminished hERG K+ channel activity facilitates strong human labour contractions but is dysregulated in obese women. Nature Communications 5, No. 4108.

Durham, J. (2002). Calculation due dates and  The impact of mistaken estimates of gestational age, for certificaction with birth education NW. (transitiontoparenthood.com)

Lopez, R (2001). Manual para educadores en salud perinatal, 2001, trillas. 

Why at least 39 weeks is best for your baby. March of dimes organization. marchofdimes.org

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